La sinestesia es experimentar sentidos mezclados. Las personas sinestésicas son aquellas para las que, por ejemplo, en el colegio las matemáticas eran amarillas, lengua azul y ciencias verde, y no era una elección al azar, eran de ese color.
Según diferentes estudios, al nacer todos somos sinestésicos, pero cuando crecemos organizamos los sentidos y las sensaciones según las convenciones establecidas, sin embargo … hay un sentido que todos hemos seguido uniendo a los demás: el gusto.
¿Cuántas veces has dicho que una persona es dulce?, ¿Qué un niño es muy salado?, ¿Qué un comentario ha sido muy ácido?, O quizás que una situación difícil ha sido un trago amargo. El gusto activa nuestro cerebro de una manera única y marca muchos aspectos más allá de la comida.
Si has leído alguna entrevista de un chef verás que siempre le preguntan por los sabores de su infancia, ya que si piensas en momentos concretos de tu vida seguro que recuerdas a qué saben. La cocina en los últimos años ha tomado conciencia de que no solo el sabor es importante, los colores los sonidos, los olores… todo puede marcar la diferencia, sorprender a los sentidos se ha convertido en todo un arte.
Cuando te adentras en la gastronomía entras en un mundo donde todo puede ser diferente, salirse de lo convencional. Puedes probar una mousse y que tu cerebro, por sus colores, lo asocie al sabor dulce del chocolate y cuando lo pruebes te asalte un sabor salado y amaderado, puedes verte atrapado en disonancias entre olor y sabor o enamorarte de postres que recuerdan a primeros platos.
Las sorpresas marcan momentos, instantes inolvidables que pueden volver locos de gusto a tus sentidos, divertirlos, confundirlos y hacer renacer de nuevo la sinestesia en tu lado más foodie. Por eso en Maybein queremos sorprenderte, que encuentres los restaurantes que te hagan reconectar y descubrir sensaciones nuevas sin largas esperas, a golpe de click. Donde es el sabor de la Mesa quien encuentra al Comensal… ¿Te atreves a despertar tu lado más creativo y mezclar tus sentidos como nunca?